El Azamara Journey atraca en Sevilla

El sector turístico de la ciudad muestra su satisfacción ante  la llegada del «Azamara Journey», el barco más grande atracado hasta la fecha en el Puerto de Sevilla, con 700 pasajeros y una tripulación compuesta por 375 personas; una buena noticia para los empresarios turísticos en plena temporada baja, cuando el negocio languidece por las altas temperaturas. César González de la Peña, presidente de la asociación Seville Cruises Destination y vicepresidente de la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas, sostiene que la presencia de este crucero supondrá «un antes y un después» en la ciudad, puesto que «una prestigiosa empresa como Royal Caribbean se ha fijado en Sevilla para que uno de sus buques esté aquí dos días».

«Sin lugar a dudas, el sector turístico saldrá beneficiado; menos los hoteles, porque los pasajeros pernoctarán en el barco, y más los restaurantes, tiendas, guías y taxistas», sostiene. Los cruceristas componen un grupo con un alto poder adquisitivo, por lo que los beneficios serán cuantiosos en un mes tradicionalmente negro para el sector servicios. Además, el «Azamara Journey» es un crucero de media capacidad, y este tipo de viajeros «son más exclusivos, a diferencia de los que van en barcos de grandes dimensiones a los que tiene acceso todo el mundo».

Por ello, González de la Peña remarca que la ciudad «tiene que aspirar a cruceros medios y no a macrobuques», puesto que es el segmento turístico que más ha crecido recientemente. «Los destinos de cruceros tradicionales de mar abierto están saturados, y Sevilla se puede convertir en un nuevo punto de referencia en las rutas», asegura. Se trataría, por tanto, de crear las condiciones idóneas para la llegada de barcos de no más de 2.000 pasajeros, aprovechando que «el casco histórico está a menos de 500 metros, el parque de María Luisa justo al lado y el entorno de Doñana durante el trayecto».
Además, destaca las bondades del hecho de que Sevilla se convierta en punto de origen y destino de cruceros –no sólo de tránsito–, puesto que «el aeropuerto también se beneficiaría».

Dragado de profundización

La profundidad del río es la referencia para que entren barcos de unas dimensiones u otras. Ahora oscila entre los siete u ocho metros, pero «lo ideal es que sean once», matiza González de la Peña. En este punto, considera «básico» el dragado de profundización del Guadalquivir «para que entren buques de este tipo y otros de mercancías que podrían suponer un revulsivo para la economía local». Igualmente, pone el acento en la «necesidad» de esta operación, ya que el río «tiene un gran aporte de barro». «Lamentablemente, ciertas empresas y los ecologistas se oponen», subraya.
Cuando el buque atraque en el Puerto de las Delicias se activará un operativo de seguridad y servicios para que los turistas disfruten de la ciudad con comodidad. El Ayuntamiento pondrá en marcha el Cecop de cruceros, con la participación de todos los agentes relacionados con esta actividad: policías, taxistas, hosteleros y demás empresarios. González de la Peña destaca el «trabajo coordinado» con el Ayuntamiento. «Nosotros destapamos las necesidades», destaca, al tiempo que remarca el desarrollo de otras acciones para promocionar Sevilla como destino de cruceros.